Las
consecuencias del cambio climático a la salud pueden ser muy graves y es que,
el calor puede traer enfermedades cardiovasculares, respiratorias y de algún
otro tipo e incluso puede llevar a la muerte, especialmente en niños y en adultos mayores.
La
Organización Mundial de Salud (OMS) cuenta con un plan activo y de larga duración
para proteger la salud del cambio climático, que se guía por una resolución de
la Asamblea Mundial de la Salud.
El
primer punto es ayudar a los sistemas de salud de todos los países, en
particular los estados de ingresos bajos, medios y los pequeños, con el fin de reforzar
su capacidad para evaluar y seguir de cerca la vulnerabilidad, los riesgos y
los impactos sanitarios debidos al cambio climático.
En
segundo plano es definir estrategias y medidas para proteger la salud humana,
en particular la de los grupos más vulnerables, y compartir conocimientos y
buenas prácticas.
Para
dar un seguimiento adecuado, los investigadores consideran no solamente los
futuros escenarios del cambio climático, sino también factores climáticos. Por
ejemplo, las tendencias en las condiciones socioeconómicas ya que resulta claro
que las comunidades pobres serán más vulnerables a los efectos del cambio climático
en la salud que las comunidades más ricas.