Nuevamente
el cielo nocturno permitirá ver la lluvia de Perseidas o “Lágrimas de San
Lorenzo”, que es considerada como la más llamativa durante el verano, la cual,
en esta ocasión su despliegue incluirá un promedio de entre 80 y 100 meteoros
por hora.
Esta
lluvia de meteoros ocurre anualmente a mediados de agosto, cuando los
fragmentos rocosos del cometa Swift-Tuttle ingresan en la atmósfera terrestre y
se precipitan a grandes velocidades; aunque este se encuentra alejado de la
Tierra.
Swift-Tuttle,
cada 133 años da una vuelta alrededor del Sol y el nombre de “Perseidas” se
debe a que su radiante (región del cielo de la que parecen proceder los
meteoros por un efecto de perspectiva) se encuentra en la constelación de
Perseo.
De
acuerdo con el el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), las llamadas
estrellas fugaces, son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos
tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo
largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando un cometa se acerca a las
regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se
sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características
colas de polvo y gas.
La
corriente de partículas resultante se dispersa por la órbita del cometa y es
atravesada cada año por La Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Durante
este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran
velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que
reciben el nombre científico de meteoros.
Para
apreciar las Perseidas es importante buscar lugares oscuros, ya que, aunque
serán visibles a simple vista, la Luna llena y el clima podrían opacar el
espectáculo cósmico este año.