Ahora
la reconstrucción de mama tras un cáncer es uno de los procedimientos
quirúrgicos más seguros y gratificantes para la paciente. En la actualidad el
desarrollo de nuevas técnicas posibilita al cirujano plástico crear una mama
muy similar en forma, textura y características a la no operada.
Tras
una investigación realizada en Italia, se detecto que con el relleno de
pequeñas cantidades de grasa, conocido como “lipofilling”, es al parecer la
opción más segura para reestructurar la mama en las mujeres que han padecido cáncer
y han sufrido la experiencia de ser mastectomizada.
Jean
Ives Petit, del Instituto Europeo Oncológico de Milán (Italia) explico cómo las
células de la grasa tienen capacidad regenerativa y que hasta el momento no se ha
detectado un aumento significativo de las recaídas entre las pacientes que se
someten a esta intervención.
Para
lograr que la grasa cambiada de sitio se consolide en su nueva función, el
tejido adiposo objeto de injerto fue sometido a un centrifugado de depuración
que permitió inyectarlo de forma muy diluida y evitó que formara bolas
apelmazadas. Como consecuencia, la grasa se vascularizó (creó venas y arterias)
y se incorporó al cuerpo de las pacientes de forma estable.
Esta
investigación parte de estudios realizados a 321 mujeres que se habían sometido
a este tratamiento como parte de la cirugía reconstructiva de la mama y a 642
que no y tras un seguimiento de 56 meses en dichas mujeres el trabajo de Petit
y sus colegas fue publicado en la revista 'Annals of Oncology'; concluyendo que
el procedimiento de “lipofilling” es la técnica más segura para la regeneración
de la mama.