Han
demostrado que las fresas fortalecen los glóbulos rojos frente al estrés oxidativo,
un desequilibrio relacionado con diversas enfermedades y con el envejecimiento.
El
estudio científico de la Universidad Politécnica de la Marche (UNIVPM, en
Italia) y la Universidad de Granada (UGR, España) publicó en la revista Food Chemistry, que algunas
variedades de fresas aportan mayor resistencia de los eritrocitos frente al
estrés oxidativo, lo que puede ser de gran valor si se considera que este
fenómeno desencadena graves patologías.
La
investigación se realizó a doce voluntarios sanos, a los cuales se les
suministró 500 gramos diarios de fresas durante dieciséis días, demostrando que
el consumo regular de esta fruta puede mejorar la capacidad antioxidante del
plasma sanguíneo y la resistencia de los glóbulos rojos a su hemólisis
(fragmentación) oxidativa.
El
estrés oxidativo ocurre en algunas situaciones patológicas y fisiológicas; es
por ello cuando la oxidación supera a la defensa antioxidante se produce el
estrés, que, además de estar en el origen de ciertas enfermedades, también está
implicado en fenómenos como la velocidad a la que podemos envejecer.
Es
por ello, que con los compuestos fenólicos que tiene la fresa, como los
flavonoides, se disminuye el estrés oxidativo.