Un
grupo de astrónomos dirigidos por Matthew Bailes, la Universidad Swinburne de
Tecnología en Melbourne (Australia), han descubierto un planeta que está hecho
completamente de diamante y se encuentra en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Según
Michael Keith, miembro del equipo, el planeta de diamante, está compuesto
mayormente por carbono y oxígeno. La densidad del objeto se debe a una
estructura cristalina, por lo que una buena parte del planeta tendrá una
composición similar al diamante
Por
ello los astrónomos sugieren que el planeta una vez fue una estrella, pero la
estrella a la cual orbita, que es un pulsar, debió arrancarle las capas
exteriores, quitándole así el 99,9% de su masa, definiéndolo ahora como un “exótico
planeta”.
Los
púlsares suelen ser diminutas estrellas muertas de neutrones que miden apenas
unos 20 kilómetros de diámetro y giran cientos de veces por segundo, emitiendo
haces de radiación.
Los
datos develados muestran que su estrella orbita a una distancia de 600.000
kilómetros, haciendo que sus días tengan una duración de 2 horas. Si el planeta
de diamante se encontrara más cerca de la estrella sería destrozado por su
gravedad.
El
planeta se situa a 4.000 años luz de la Tierra y mide 60.000 kilómetros de
diámetro y a pesar de ser muy pequeño es 5 veces mayor que la Tierra y tiene
más masa que el gigante gaseoso del sistema solar, Júpiter, afirman los
investigadores.