La
secretaría de Salud informó que la radiación ultravioleta afecta más a la piel
que a los ojos, no obstante, las personas sensibles pueden presentar molestias
en los ojos como enrojecimiento, lagrimeo o un cuadro de conjuntivitis.
Anselmo
Fonte, jefe de Unidad en el Servicio de Oftalmología del Hospital General de
México, recomendó a la población no preocuparse por la exposición de los rayos
ultravioleta, ya que sólo producen algunos efectos superficiales en párpados,
córnea y conjuntiva, molestias que desaparecen con tratamiento en un máximo de
72 horas.
Sin
embargo, así como la piel, los ojos nunca se recuperan de la exposición a los
rayos ultravioletas; estudios muestran que la exposición a luz solar brillante
puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas y degeneración de la mácula (disminución
de la visión central), ambas son causas
de pérdida de visión entre los adultos mayores.
No
todas las personas reaccionan de igual manera a la exposición de los rayos
ultravioleta, hay grupos más vulnerables como lo son los niños quienes pueden
presentar una conjuntivitis actínica, explica la secretaria de Salud en un
comunicado.
Al
afectar más severamente a la piel que a los ojos, las autoridades sanitarias piden
a la población proteger más del sol a la dermis y que aun así tomen medidas
necesarias para ambas situaciones.