El
besar otorga una sensación de bienestar, ya que la secreción de dopamina
aumenta en el cuerpo y actúa contra la depresión y el dolor, pues estimula el
sistema analgésico endógeno y produce endorfinas, las cuales actúan en
respuesta de varias situaciones estresantes, pero también pueden ser la causa
de enfermedades infecciosas.
Aunque
un beso es un acto que puede darse de muchas formas, en distintas partes del
cuerpo y con diversos propósitos, dependiendo de la región y la cultura, al
consumarse de forma apasionada es capaz de estimular el sistema nervioso
central y desata una serie de procesos químicos, así mismo es es un intercambio
de fluidos salivales compuesto mayoritariamente por agua, sales minerales,
proteínas, millones de bacterias y otros organismos.
Según
Omar Jacob Vargas Apaez, médico cirujano maxilofacial del Instituto Politécnico
Nacional (IPN), todas las enfermedades infecciosas que se encuentran en el
ambiente pueden ser contagiadas mediante las gotas de saliva, como la
amigdalitis, faringitis, meningitis viral, encefalitis, miocarditis, resfriado
común y los dos tipos de influenza: estacional y pandémica.
No
obstante a ello, los besos son buenos para la salud, relajan y ayudan al metabolismo,
dan placer, los más profundos aumentan el flujo de saliva, que ayuda a la salud
bucal.
Si
se mantiene saludable, y su pareja también, con un cepillado adecuado, uso
diario de hilo dental y una visita periódica al dentista; puede prevenir
enfermedades y dejar a los besos actuar libremente y en beneficio del
organismo.