La
organización internacional de conservación marina ha descubierto un arrecife de
corales blancos a casi 400 metros de profundidad, cubriendo una extensión de
más de 100.000 m2 en el Mar de Alborán.
Esta
expedición fue realizada por el Oceana Ranger, donde expertos indican que este
arrecife podría tener una extensión superior a las 10 hectáreas y cubrir gran
parte de la superficie de una montaña submarina.
Ricardo
Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa señala que no solo se habla
de un gran arrecife de coral, sino de extensos jardines de gorgonias, bosques
de corales negros o de campos de esponjas cristal, todos ellos de gran
importancia para la salud del Mediterráneo.
Las
Naciones Unidas han pedido que sean protegidos porque gran parte de estas
comunidades han desaparecido de grandes extensiones de aguas europeas y del
Mediterráneo a causa de la pesca de arrastre, de los cambios en la temperatura
del agua o de los episodios naturales catastróficos.
Los
datos sobre la existencia de estos corales en el Mediterráneo aún son muy
parciales y, la mayoría de las veces, se trata de colonias de escaso tamaño o
de arrecifes muertos.
El
arrecife descubierto aún mantiene importantes colonias vivas que crecen sobre
estructuras más antiguas de corales muertos y alcanzan alturas de más de metro
y medio.
Para
Oceana, este descubrimiento refuerza la petición y expone la necesidad de
reaccionar rápido para evitar que estos parajes sigan desapareciendo de las
aguas.