Sthephen Elop (Nokia) a la izquierda en compañía Steve Ballmer (Microsoft) |
Microsoft
tendrá que pagar unos 1.000 millones de dólares a Nokia por llevar Windows
Phone 7 a los teléfonos de la compañía finlandesa, a cambio de ello, recibirá
una comisión por cada dispositivo vendido.
El
objetivo es promocionar y desarrollar teléfonos móviles basados en Windows por
lo que Nokia abandonará su propio
sistema operativo, Symbian, que no ha tenido éxito y equipará sus teléfonos con
Windows Phone 7 para dar un salto definitivo al segmento de los smartphones.
Si
tiene éxito, la asociación puede beneficiar a ambos lados financieramente al
tiempo que ayuda a evitar la amenaza de Apple
y Google que están arrasando en el mercado.
Hasta
ahora, ninguna de las dos compañías había querido aclarar los términos del
acuerdo suscrito, ni siquiera en la conferencia de prensa que realizaron en
febrero, sin embargo la información de dicho convenio lo dío a conocer la
revista "Bloomberg Businessweek".