El acné tiene una amplia conexión con la depresión y esto ha sido documentado. Un reciente estudio en el British Medical Journal por investigadores suecos descubrieron que el propio acné aumenta el riesgo de depresión y de intentos de suicidio, esto sin necesidad de tomar algún tipo de medicamento.
La depresión puede generarse por la apariencia que va ligada a la autoestima ya que desafortunadamente todos buscamos la perfección que aparece en revistas, puesto que tu apariencia y tu piel es lo que presentas al mundo y durante la adolescencia la autoestima puede verse afectada debido a que otros jóvenes pueden burlarse de otros por dichos padecimientos del acné.
Datos sobre el acné: La genética y las hormonas son lo que causa y define el acné y este es causado por un aumento de producción de grasas en la piel, ya que los poros se obstruyen y el crecimiento de bacterias provoca la inflamación.
Hasta el momento no se ha comprobado un vínculo con el chocolate, la comida chatarra o la leche y el hecho de que tengas acné no significa que tengas una cara sucia.
El tratamiento es individualizado.
Las opciones incluyen: ungüentos y lavados de venta libre, tratamientos tópicos, antibióticos, medicamentos de isotretinoína, anticonceptivos orales, terapia láser y otros procedimientos cosméticos. Una de las recomendaciones más saludables, es lavarse la cara tres veces al día como mínimo, para evitar que se tapen los poros y ocurran brotes en la piel por el acné.
