Un estudio realizado por la Universidad de Ohio, encontraron la forma de de medir la presión intracardiaca a través de un chip implantable.
Este nuevo “asistente” a distancia de los cardiólogos permitió reducir hasta un 39% la tasa de ingresos hospitalarios a lo largo de 15 meses en un grupo de 550 pacientes con insuficiencia cardiaca moderadamente grave.
Cuando el corazón de los pacientes con insuficiencia cardiaca ya no funciona normalmente y bombea la sangre con dificultad, comienza a aumentar la presión que tienen que soportar los ventrículos, el ciclo se completa con una acumulación de líquido y sangre en órganos como los pulmones o las extremidades.
Los cardiólogos emplean distintos métodos para medir la acumulación de fluidos, desde la evaluación clínica del paciente a la radiografía de tórax, pasando por un cateterismo para medir la presión que están soportando las paredes ventriculosas.
No obstante, un pequeño dispositivo electrónico implantable podría superarlos a todos en precisión, con importantes beneficios y ventajas para el paciente.