Los
niños de nueve a 17 años son sedentarios, sufren sobrepeso y padecen achaques
que hasta hace poco parecían reservados a la tercera edad y es que estos ya no
suelen jugar en la casa ó la calle como antes debido a la inseguridad.
Por
otra parte la Educación Física en las escuelas se reduce en el mejor de los
casos a dos sesiones que, unidas, significan poco más de una hora de trabajo.
Esos
escasos sesenta minutos suponen la única actividad física practicada
semanalmente por más del 50% de los jóvenes de 14 y 15 años, cuando lo
recomendable es que hagan al menos una hora diaria.
Estudios
recientes advierten de que los adolescentes realizan hoy menos actividad física
que hace una década. Y los problemas derivados de ese sedentarismo creciente
son inquietantes.
Actualmente
se han puesto en marcha muchas estrategias para combatir la obesidad, sin
embargo, solo se han centralizado en la nutrición para intentar luchar contra
ella, pero no han puesto en práctica aspectos que puedan ayudar a niños y
jóvenes a realizar actividades físicas que puedan ayudar a la salud y mejorar
su aspecto.